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Comercio de moda cerrado en la Avenida de Velázquez de la capital. :: A.S.T.
MÁLAGA

La competencia y las sanciones obligan a cerrar las primeras tiendas de chinos

Varios negocios de distintos puntos de la ciudad echan la persiana por la caída de las ventas y las multas por suministrar alcohol a menores

AMANDA SALAZAR asalazar@diariosur.es

Martes, 10 de diciembre 2013, 08:17

Las tiendas de chinos tampoco escapan a la crisis económica. Hace solo dos años, la provincia experimentó una verdadera eclosión de nuevos bazares, locales de alimentación y tiendas de ropa regentadas por ciudadanos asiáticos que aprovecharon precisamente el cierre de comercios autóctonos para hacerse con los mejores espacios en las calles más cotizadas.

Ahora, sin embargo, muchas de estas tiendas han empezado a cerrar. Parece que las dificultades económicas han conseguido tumbar a los embajadores del gigante asiático en Málaga. Basta con darse un paseo en la capital por algunas de las zonas más codiciadas por estos empresarios como la calle Ayala, Avenida de Velázquez o Avenida de Europa para comprobar que en la particular 'China Town' de la capital han empezado a colgarse carteles de 'se alquila'.

En la Avenida de los Guindos, encontramos uno de los bazares chinos damnificados, un gran bazar que ocupaba un local de más de 1.000 metros cuadrados. «Cerraron hace dos meses; llevaban tres años en el local, aunque hace un tiempo se quedaron solo con la mitad porque ya no podían hacer frente al alquiler», explican desde la inmobiliaria Autofinansur Málaga. Pagaban 8.000 euros mensuales. Justo a unos cuantos pasos, en la Avenida de Velázquez, se mantiene otro gran bazar chino.

Menos clientes

También en la Avenida de Velázquez encontramos otro local cerrado, la tienda de ropa Xin He. A solo unos pasos, la trabajadora de un comercio chino similar, Ming Ying, explica que apenas tienen ventas. «Aquí nos cuesta mucho vender alguna prenda y hay mucha oferta muy cerca, es normal que no haya negocio para todos», dice mientras vigila a una señora que curiosea entre los abrigos expuestos.

En la Avenida de Europa, otro local con el cartel de se alquila. De nuevo, a muy pocos metros, en la esquina con la Avenida de la Paloma, se mantiene otro negocio similar regentado por un ciudadano chino. En la calle Ayala hallamos incluso una asesoría china cerrada y otro local con la persiana echada, el Super Bazar Wang Sheng Da.

Yuebiao Liu, presidente de la Asociación de Comercio Chino Andaluz, corrobora que se están produciendo los primeros cierres importantes y apunta a tres factores para explicar este fenómeno. Por un lado, la caída de las ventas, que también afecta a las tiendas de todo a un euro o a los negocios de moda, a pesar de sus bajos precios.

Por otra parte, la gran competencia existente entre ellos mismos. «En muy poco tiempo abrieron muchos comercios similares muy cerca unos de otros», señala Liu, quien indica que, a pesar de sus intentos por mantenerse, al final algunas tiendas acaban sucumbiendo mientras que otras se imponen porque tienen una mejor situación o una oferta más atractiva para el cliente.

En muchos casos, de poco ha servido su estrategia de aprovechar la crisis para conseguir alquileres a mejores precios en las principales vías de los municipios más importantes, como Marbella, Nerja, Torremolinos, Vélez o Antequera.

Liu también señala otro factor: Muchos empresarios han sufrido sanciones por parte de la administración, e incluso el cierre temporal de los locales por vender alcohol a menores. «Si les sancionan con tres meses sin abrir al final terminan cerrando definitivamente la tienda porque no pueden hacer frente a los altos alquileres», dice.

En este sentido, fuentes de la Policía Local señalan que hasta el mes de octubre se realizaron 40 denuncias por permitir el consumo o vender alcohol a menores. En el año 2012 fueron 52 y se estima que el cierre de ejercicio dejará cifras similares. Aunque no disponen de datos por nacionalidades, las mismas fuentes aseguran que la gran mayoría de los negocios sancionados estaban regentados por ciudadanos chinos.

Excesiva oferta

En la provincia, alrededor de 8.000 empresas están en manos de chinos, según estimaciones de la propia comunidad asiática en Andalucía. Una cifra que supone un 60% más que hace un lustro. De estas empresas, el 70% son restaurantes, tiendas de alimentación y bazares, mientras que el 30% restante son mayoristas.

A pesar de que no existen estadísticas que muestren esta caída de los negocios de los empresarios chinos porque las bajas no se registran por las nacionalidades de sus propietarios, Enrique Gil, presidente de la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma) señala que no es más que un reflejo de la autorregulación del mercado. «La proliferación de negocios regentados por chinos se vio como algo positivo, pero ahora vemos que es un error porque esos comercios no están durando; la competencia es buena, venga de la nacionalidad que venga, pero siempre regulada», indica Gil, quien pide un equilibrio entre los diferentes formatos.

En los polígonos, sin embargo, la actividad de los mayoristas chinos se mantiene. Cuatro calles del polígono Guadalhorce, en la capital, siguen ocupadas por orientales. Según el vicepresidente de la Asociación de Polígonos y Parques Industriales de Málaga (APOMA), Antonio López, no le han llegado noticias de que se haya producido el cierre de alguna nave en la provincia, pero sí le consta que los empresarios asiáticos empiezan a notar la competencia. «La proliferación de tiendas mayoristas en el mismo sector ha hecho que entren en una guerra de precios entre ellos», señala López.

Ensayo y error

En cualquier caso, algunos comerciantes chinos consultados apuntan a que estos cierres solo significan que ese compatriota buscará otra alternativa. «Nosotros somos comerciantes, si un negocio fracasa, intentamos poner otro en otra zona o de otro tipo», afirma el propietario de un bazar de la calle Ayala que prefiere permanecer en el anonimato.

Las cifras corroboran esta afirmación. Según la Federación de Autónomos ATA, el perfil de los nuevos autónomos es de extranjeros, en su mayoría chinos, que han crecido un 4,8% más en el último año en la afiliación en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

En los últimos años, la población china ha crecido exponencialmente. Según el último padrón municipal publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) viven en la provincia 5.421 ciudadanos chinos frente a los 3.336 de hace un lustro o los 1.275 de hace una década.

Según explican fuentes de la comunidad china, la mayoría de los empresarios que se instalan en Málaga llegan para trabajar en un primer momento en el negocio de algún compatriota. Después de ahorrar algún dinero y aprender lo básico del idioma, deciden instalarse por su cuenta. Los locales amplios con grandes escaparates son sus preferidos. Para pagar el alquiler cuentan con la ayuda económica de familiares y amigos que les envían dinero desde China. Aunque en algunas ocasiones, esa inversión acabe en saco roto.

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